Recuerdo cuando allá por los años 80 solo salíamos al bonito tres o cuatro barcos deportivos de Gijón, éramos "la Rociera", "el Caroní", "el Alba" y "la San Nicolás" de un servidor, a los que nos acompañaba algunas veces "la Mencha" de Luanco.
Gratos recuerdos quedan de aquella época de navegación por la estima, con la carta en la mesa, sin GPS ni piloto automático, sin apenas electrónica (solo una emisora de 27) y con unos partes meteorológicos poco fiables, lo que daban un gran valor a la figura de algunos profesionales que en aquel entonces nos acompañaban.
Eran curtidos hombres de mar ya jubilados que seguían sintiendo la necesidad de seguir respirando esa brisa marina que adoraban y que no podían prescindir de ella.
Ramón, Inclán, Luis, etc. nos fueron enseñando durante años a no temer al mar pero si a respetarla y junto a ellos vivimos situaciones de todo tipo, siempre resueltas con sabiduria ya que el hecho de tenerlos a bordo era toda una garantía de seguridad.
Aquellas anécdotas y recuerdos a medida que pasan los años hacen que a uno le entre cierta nostalgia de aquellos tiempos de gran cordialidad y compañerismo.
En esta entrada voy a mostrar algunos de los aparejos y señuelos que aún conservo de aquellos años en los que pescábamos con los "ovillos", una especie de bolas que se metían en unos cajones unidos a unas líneas de cáñamo mas finas llamadas "socala" y "socalina" y después el bajo de nylon con el señuelo que solía ser de "hojas de maíz" o de "rafia de plástico" debidamente peinadas y deshilachadas.
Cuando un bonito picaba el señuelo el ovillo giraba sin cesar dentro del cajón hasta que lo sujetábamos con la mano y poco a poco lo acercábamos al barco hasta darle gancho.
Aun tengo en mi poder aquellas magníficas caceas artesanas de hoja de maíz que hacía el amigo Ramón (q.e.p.d.) que su familia me dejó junto con otros muchos efectos personales de pesca, según deseo suyo antes de su muerte. Estas caceas se ponían amarillas y dejaban de pescar después de un tiempo en contacto con el agua de mar, teníamos que remojarlas en lejía para que aclarasen y volviesen a ser efectivas.
También algunas de las que yo hacía en aquellos años y que competían con las de Ramón, eran algo mas sofisticadas con plumas y otros adornos, influenciadas sin duda por mi afición a la pesca con mosca en el río.
Desde aquellos tiempos a los de hoy: Los Tiagras de Shimano, los Shibuki, los Halco, los arnés y sillas de combate, me parece que no ha pasado tanto tiempo, ? .... pero analizándolo fríamente seguro que sí, que me estoy haciendo mayor y que es como comparar un coche los de hoy con un Seat 600 o un Renault Gordini.
Buena pesca!
EL PASADO:
Caceas de Ramón de hoja de maíz (años 80/90)
Caceas de Ramón de hoja de rafia de plástico (años 80/90)
Caceas de vinilo personalizadas por José Manso (años 80/90)
Caceas de vinilo personalizadas por José Manso (años 90/2000)
Caceas vinilo personalizadas por José Manso (años 2000/10)
EL PRESENTE:
Caceas de cabeza y plumas, personalizadas por José Manso
PECES ARTIFICIALES:
BONITA DE YO-ZURI
Lo mas utilizado actualmente:
HALCO
SHIBUKI